El objeto de esta reforma es volver a poner en valor la edificación principal de todo el conjunto, edificio original del arquitecto Aníbal Gonzalez. Dicho edificio tiene tres alturas, un nivel de sótano o semisótano en función de la zona del mismo debido a la pendiente donde se asienta y dos plantas, siendo el resultado de la adicción de un primer edificio de 1910 con diversas reformas y una posterior ampliación que culmino en el 1925. Por lo que está incluida dentro del catálogo de bienes protegidos en materia de patrimonio histórico del PGOU de Aracena.
La edificación en cuanto imagen y distribución es la que más ha respetado el proyecto original, sin embargo no ha sido así en cuanto a su mantenimiento, que en las últimas décadas ha sido muy escaso.
Por lo que la actuación se centra en recuperar el esplendor original del edificio, dotándolo de todas las instalaciones actuales. Así mismo se hacen unos pequeños ajustes en cuanto a la distribución de todas las zonas húmedas, baños y cocina donde se sustituyen sus revestimientos de los años 60, de escaso valor y en muy mal estado de conservación.
Se restauran toda la azulejería de los zócalos, los artesonados, el portaje y toda la cerrajería del magnífico conjunto.
Exteriormente se recupera el magnífico jardín con arboleda de gran porte e incluso la huerta que lo conecta y amplia para lo que se contó con la inestimable ayuda y colaboración de la paisajista Sonsoles Perez Iriarte y que se recorre para poder acceder a la plaza de tientas de nueva planta, que se ha ejecutado próxima a ésta.