La vivienda forma parte de un edificio protegido de principios del XX que se mantenía de forma original en cuanto a distribución e instalaciones por lo que en la reforma interior se ha demolido totalmente para adecuarlo a las necesidades y gustos del nuevo propietario con una distribución actual pero recuperando la solería y carpintería interior muy originales, resultando una vivienda cómoda y funcional, confortable y luminosa, acogedora y de fácil mantenimiento.
La vivienda consta de una gran zona de estar-comedor, cocina anexa, dormitorio principal con vestidor y baño y uno de invitados también con baño.